sábado, 5 de julio de 2014

Dígalo con la Pluma 22


Con este eslogan se lanzó al mercado en 1952 la Hispano-Olivetti Pluma 22, la versión española de la Lettera 22, una de las máquinas de escribir que más éxito brindó a la firma italiana y que marcaría el antes y el después del diseño en las máquinas de escribir.

La Pluma 22, que no era mas que una Lettera 22 dirigida al mercado español, se empezó a fabricar en Barcelona por Hispano-Olivetti, la filial en nuestro país de la empresa Olivetti, y su principal característica fue la adición de una tecla para la letra Ñ y otra para el símbolo de apertura de interrogación (¿), caracteres exclusivos de la lengua española.

Se presentó como una máquina portátil ideal para llevarla de viaje, para el estudiante, el periodista... Su ligero peso de 3,9 kilos y el maletín para llevarla a todos sitios hicieron de la Pluma 22 la primera portátil moderna.

Pese a un mecanismo de reducido tamaño pero muy cómodo y eficaz, el principal objetivo de los ingenieros de Olivetti era que la Lettera 22 (Y posteriormente la Pluma 22) se diferenciara de sus competidoras en cuanto al diseño, como ya hicieron con la Lexikon 80 años atrás (1948). Para ello, Marcello Nizzoli, jefe de diseño de Olivetti, cubrió el mecanismo de la máquina con un cuerpo de aluminio para aligerar al máximo el peso final y lo dotó de un diseño que cosechó varios premios durante la década de los 50.

Publicidad de la época
La Hispano-Olivetti Pluma 22 podía adquirirse nueva por 3.200 pesetas de la época y su comercialización se extendió hasta finales de los años 60. En España, la Pluma 22 debió su éxito a su gran versatilidad, ya que era la mejor opción frente a las grandes máquinas de escribir de oficina, pesadas y difíciles de transportar. Según la prensa de la época la Pluma 22 rendía el mismo trabajo de una máquina de escribir que la doblaba en dimensiones y ofrecía una nitidez y velocidad de escritura muy superiores: Toda una revolución.

La unidad que conservo (primera imagen) aún sigue funcionando a pleno rendimiento. Es una de las Pluma 22 que se fabricó durante los 50 con su característico color azul verdoso, además dispone de su maletín original y el cepillo para quitar el polvo que traía su respectiva funda. Debajo de estas líneas podéis observar que, además, escribe como el primer día.

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